No tengo nada
apenas si puedo contenerme, conservar algo
perenne en mi corazon.
No soy mas que una casa con dos puertas
abierta al vendaval.
No soy otra cosa
que puro deseo,
puro anhelo,
puro sueño,
empinado,
afilado
y que me deja colgando
en los vertigos de lo indecible e inalcanzable.
en la cuerda floja, en la afilada arista
donde comienza ya el dolor y el miedo al dolor.
Pero aun esa apariencia hay que salvarla
y es necesario seguir comprendiendo,
continuar amando,
porque es primavera
y cuanto debe nacer ha de nacer.
Las puertas estan abiertas.
-Jose Alegre-